Como cristianos, debemos ser conscientes del poder que tenemos en nuestras palabras. Tenemos la responsabilidad de utilizar nuestras palabras de manera sabia y considerada. El Apóstol Pablo nos exhorta en Colosenses four:six a que «vuestra palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
Nuestras palabras tienen un gran poder y pueden tener un impacto significativo en las personas que nos rodean. Debemos ser conscientes de cómo las usamos y buscar formas de edificar y animar a los demás. Además, debemos ser sabios al hablar, escuchar antes de responder y controlar nuestras emociones.
Nuestra capacidad de comunicarnos a través de las palabras es un don que Dios nos ha dado. En la Biblia, se nos enseña que nuestras palabras tienen un poder increíble. Proverbios eighteen:21 nos dice: «La lengua tiene poder sobre la vida y la muerte; quienes la aman comerán de sus frutos».
Dicen que siempre hay una primera vez, si sientes curiosidad de saber lo que se siente pasar tres días sin comer hoy lo descubrirás.
Cuando se United states correctamente, puede ayudarnos a lograr grandes cosas. El poder de la imaginación es la capacidad de formar nuevas imágenes e Concepts en tu mente. Es la capacidad de crear algo que no existe…
Como seguidores de Jesús, debemos reflejar un corazón transformado a través de nuestras palabras. Nuestras palabras deben ser un testimonio de nuestra fe y de la obra transformadora del Espíritu Santo en nuestras vidas.
El poder de nuestras palabras también se refleja en la forma en que hablamos de nosotros mismos. En lugar de llenarnos de negatividad y autocrítica, debemos usar nuestras palabras para afirmarnos y recordarnos quiénes somos en Cristo.
Por ejemplo, cuando digo “soy vago para estudiar”, o “nunca voy a llegar al peso que quiero” no estoy describiendo una situación, sino declarando una condena y generando mi realidad en foundation a esta afirmación.
La Biblia nos enseña a ser cautelosos con nuestras palabras, a pensar antes de hablar y a controlar nuestra lengua para evitar dañar a los demás.
En la Biblia, encontramos múltiples ejemplos que nos muestran el impacto de las palabras en nuestras vidas. En Proverbios eighteen:21, se nos dice que «la muerte y la vida están en el poder de la lengua». Esto significa que nuestras palabras tienen el poder de generar vida o destrucción.
Tenemos la responsabilidad de utilizar nuestras palabras para edificar y beneficiar a los demás, reflejando un corazón transformado por el amor y la gracia de Dios. Además, debemos utilizar nuestras palabras para dar razón de nuestra fe y comunicar el evangelio de manera clara y convincente.
Las famosas líneas del presidente John F. Kennedy «Elegimos ir a la luna» palabras que el presidente de los Estados Unidos dijo a una gran multitud en su esfuerzo por llegar a here la Luna. El discurso fue pensado para persuadir al pueblo estadounidense de que apoyaran el programa Apollo.
Esto significa que debemos utilizar nuestras palabras para construir y fortalecer a los demás, para brindar consuelo y aliento en los momentos de dificultad.